Crecí en un ambiente cristiano donde aprendí del impacto que todos podemos hacer. En la universidad mi primera elección fue preescolar.

Seguí con Dificultades del Aprendizaje y luego una maestría en Psicopedagogía para ayudar a estudiantes con necesidades y, más recientemente, administración educativa. 

He estado en el aula por más de 16 años, alrededor de nueve en Costa Rica y ocho años en USA.

Mi compromiso personal con la educación es tener un impacto en la sociedad. Como parte de este equipo mi interés es que los estudiantes de LCA conozcan y amen a nuestro Señor y sean motivados a dar lo mejor de sí en cada situación que enfrenten, considerando los valores espirituales, de comunidad y excelencia que nos caracterizan.

Conocí a Jesús a los 13 años y desde entonces caminamos juntos. Estudié microbiología en la UCR, pero Dios cambió mis planes y terminé con una Maestría en Enseñanza del Inglés.

Trabajé en el MEP en una escuela de atención prioritaria y, ahí, Dios cimentó las bases de mi profesión y llamado ministerial.

Cuando mi segundo hijo nació con parálisis cerebral, consideré renunciar al puesto de profesora en la institución privada en la cual laboraba. Pero Dios, otra vez, tenía planes diferentes y me promovieron a Directora Académica en 2016. Pronto obtuve la Maestría en Administración Educativa y dos años después, el Señor me trajo a esta familia.

Ministerialmente, he podido prepararme en Biblia, Consejería Bíblica y próximamente Pastorado.

Mi deseo es seguir caminando hacia donde Jesús me guíe junto a mi familia.

Desde muy pequeña supe que iba a ser psicóloga. Tuve la bendición de tener a mi alrededor a personas especiales quienes me enseñaron y modelaron como el acompañamiento, el apoyo y la compasión pueden ser determinantes en las experiencias dolorosas que se nos presentan en la vida.

Hoy, en mi trabajo y en mi vida personal, no dejo de maravillarme al ver cómo la sanidad emocional y la vida en plenitud son parte del diseño y plan de Dios para sus hijos.

Además de ser psicóloga en LCA, todos mis hijos han sido alumnos de este maravilloso lugar.

Ser parte de Liberty, como mamá y como miembro del equipo de trabajo es un privilegio y una muestra de la fidelidad de Dios.

El Señor nos trajo como familia a LCA en el 2001 cuando mi hija mayor ingresó a preescolar.

Desde entonces he colaborado en diferentes áreas, del colegio y la iglesia.
Durante los últimos 14 años he colaborado en el Área Administrativa.

Hoy sé que mi llegada a LCA estuvo marcado por la Voluntad de Dios, pues en sueños y visiones Él me llamó ATALAYA, para este lugar. Aquí estoy en obediencia y llena de satisfacción por servir al Reino y a ustedes.

Ver y acompañar a sus hijos crecer en las diferentes etapas de sus vidas y compartir con ustedes como familia es una de las más grandes bendiciones que me ha dado la oportunidad de estar aquí.

Desde pequeño sentí una gran pasión por cambiar el mundo a través de la justicia; por eso ingresé a estudiar Derecho.

Al graduarme, me di cuenta que constantemente resolvía problemas, pero no había encontrado la manera de evitarlos y darle al mundo esperanza.

Entendí que la solución no era resolver sino enseñar; de esa manera mi vida profesional dio un giro y LCA se convirtió hace 8 años en mi casa como profesor y ahora como Capellán.

Poseo dos grados en educación y grados en Teología.

Mi objetivo: impactar generaciones que realicen el magnífico ensueño de una patria más culta y feliz.

Soy testigo de la gracia que Dios muestra para esta hermosa casa de enseñanza, es un privilegio y una bendición poder ser parte de LCA.

Nací en un hogar cristiano, donde aprendí el amor por el servicio a Dios. Inicié el servicio ministerial a los 12 años.
Siempre he tenido el deseo de ayudar a los niños y niñas, inicialmente consideré estudiar pediatría, pero los planes de Dios eran diferentes.

En el 2012 ingresé a la carrera de Promoción de la Salud, en la UCR, y desde el primer día, entendí que era para mí.
He tenido la oportunidad de servir en distintos lugares con población de todas las edades, e implementar muchas cosas de mi profesión con mi iglesia y mi comunidad.

Es maravilloso ver la fidelidad de Dios; cada trabajo y proceso que Dios me ha permitido vivir, me han conducido a este momento, el cual podría definir como un sueño de Dios para mi vida.
LCA es el lugar que siempre imaginé, es un privilegio trabajar juntos, de la mano de Dios.

De pequeña soñaba con ser doctora. Sin embargo, cuando fue el momento de entrar a una universidad Dios me dijo que debía ser docente.

En obediencia, comencé a estudiar la carrera de Preescolar Bilingüe. Seguía sin estar muy convencida hasta el día que realice una visita justamente aquí, a LCA. Ese día entendí cuál era el plan de Dios para mi vida.

Comprendí que mis dones y talentos eran para enseñar y guiar a los niños más pequeños.

Tengo 5 años de ser docente. Soy una teacher amorosa, dulce y apasionada por su trabajo. Estar aquí en LCA ha sido una bendición para mi vida y espero poder ser luz para los más pequeñitos y sus familias.

La educación es una de mis grandes pasiones.

Desde muy joven he querido facilitar el aprendizaje y habilidades para la vida a los chicos y poder construir una experiencia  de aprendizaje positivo e inclusivo.

Es una bendición ahora poder hacerlo a través de la familia LCA.

De niña, mi pasatiempo favorito era jugar en la escuelita con mi hermana, por lo que al momento de escoger una profesión me decidí por educación preescolar.

Tuve a mi primer hijo cuando empezaba la carrera por lo que en casa tenía un fascinante laboratorio lleno de amor, lo cual marcó para siempre dar lo mejor de mí y tratar a cada pequeñito como me gustaría que traten al mio.

Tengo experiencia de 22 años como teacher y aprendo muchísimo de los niños. Al conocerlos he podido entender en sus miradas y comportamientos cuáles son sus necesidades.

También he podido experimentar la satisfacción en mi corazón al verlos jugar y sonreír conforme son guiados con amor y disciplina.

Una de las grandes alegrías en mi vida ha sido trabajar para Dios por medio de la enseñanza.

Siendo adolescente participé de campamentos cristianos, compartiendo la palabra de Dios con otros.

Cuando terminé mi colegio estaba lista para empezar mi camino en la educación sirviendo a Dios de diferentes maneras.

Soy egresada de la Univesidad Latina, con un Bachillerato en Preescolar Bilingue y una Maestría en la Enseñanza del Inglés.

Llevo más de 20 años como educadora y 5 de trabajar para LCA.

Mi pasión es enseñar a niños de preescolar y primaria.

LCA ha sido una bendición en mi vida y estoy muy agradecida de ser parte de este maravilloso lugar.

La educación es una de mis grandes pasiones.

Desde muy joven he querido facilitar el aprendizaje y habilidades para la vida a los chicos y poder construir una experiencia  de aprendizaje positivo e inclusivo.

Es una bendición ahora poder hacerlo a través de la familia LCA.

Al salir del colegio, no estaba muy segura sobre qué debía estudiar. Escogí la carrera de Gastronomía, pero me dí cuenta que no era una profesión que amara y me apasionara.

En el trayecto; poco a poco; Dios me fue mostrando cuáles eran sus sueños y el propósito para mi vida. Entendí que mi pasión es la enseñanza a los niños pequeños. Por esta razón decidí empezar una nueva carrera en Educación Preescolar Bilingüe.

Esta vez, inicié con la gran ilusión de cuidar el corazón y la inocencia de ellos. Tengo 3 años de trabajar con niños y si algo he aprendido, es que ellos son el reflejo más cercano del amor de Dios. Su sencillez e inocencia, alegran mi corazón cada día.

Cada día pienso que trabajar en LCA ha sido una gran bendición. Dios me abrió las puertas en este lugar para mostrarme que él desea que Su propósito se cumpla en mi vida.

Desde la secundaria tuve interés por la educación.

En la UNED obtuve mi Licenciatura en I y II ciclos. Amo aprender por lo cual me encuentro en constante actualización para poder dar a mis estudiantes lo mejor de mí.

Lo que más necesitan los estudiantes es amor y por eso cada día le pido a Dios me dé un corazón lleno de Su amor.

Amo mi trabajo en LCA y creo que eso se ve reflejado en mi forma de ejercer mi profesión.

Aunque la enseñanza en el aula es mi pasión, actualmente soy estudiante de Maestría en Educación con énfasis en Administración Educativa, pues deseo en un futuro poder aportar a la educación desde la dirección.

Durante mi infancia estuve rodeada de familia que eran profesores de universidad. Siempre me encantó cómo me enseñaban cosas nuevas.

Soy graduada de la UCR en educación primaria y tengo 18 años de experiencia en docencia.

Le doy gracias a Dios por la bendición de tener 8 años de trabajar en LCA, donde mi encuentro personal con Dios ha incrementado, dándome la oportunidad de influir de manera positiva en la vida de los estudiantes.

Mi pasión por la enseñanza comenzó desde que yo era una pequeña niña.

Dios me llevó por distintos caminos, en los cuales adquirí muchas herramientas que me han sido útiles desde que comencé a trabajar como docente.

Sin embargo, mi formación profesional real en el área se ha dado gracias a todos los niños y niñas que me han bendecido y dado la oportunidad de su maestra.

Llevo ya 9 años de ser maestra en LCA y me alegra mucho continuar sirviendo a Dios aquí por muchos años más.